Recuperamos este artículo escrito por José Luis Fernández Martínez, vecino de Carrizo de la Ribera el 25/03/2016 en el diario ileon.com (no ponemos el enlace porque el artículo ha desaparecido de la web):
‘Los parajes de La Rial y de Los Morales son nuestros’
El Ministerio de Agricultura y la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) tienen la intención de construir no uno, sino dos pantanos en nuestro municipio: uno en Carrizo y otro en Villanueva.
Han tomado datos en los parajes de La Rial y de Los Morales y han remitido al Ayuntamiento de Carrizo los documentos del anteproyecto y el Estudio de Impacto Ambiental para conocimiento y presentación de alegaciones. Son documentos públicos que se pueden obtener en Internet.
En el anteproyecto se indica que la presa de La Rial embalsará 24 HM3 con un muro de 750 m de longitud y 40 de altura y se situará en la última curva de la recta de la carretera que enfila hacia Riofrío (se ubica todo en nuestro municipio); que la presa de Los Morales embalsará 12 HM3 con un muro de 570 m de longitud y 20 m de altura y se situará pasado el Turbanillo en la curva que enfila la recta hacia el robledal, camino de Montejos (se ubica parte en nuestro municipio y parte en el de Cimanes del Tejar). Se llenarán por un sistema carísimo de bombeo (algo insólito) desde el canal de Carrizo y desde el entubado canal de Velilla.
Presupuesto inicial: unos 50 millones de euros. Presupuesto final: ¿?
La presa de La Rial quedará a unos dos kilómetros de La Milla-Carrizo y la presa de Los Morales a un kilómetro de Villanueva.
Ambas presas están incluidas en la Clasificación de Grandes Presas, Categoría A, o sea, las más peligrosas por estar ubicadas delante de los núcleos urbanos de La Milla-Carrizo y de Villanueva. Los caudales de rotura son 21.172 m3/s y 17,678 m3/s respectivamente. Un auténtico muro de agua.
En el Estudio de Impacto Ambiental, de muchísimas páginas, he buscado dos cosas, las más importantes:
- la afectación al cultivo del lúpulo
- la afectación al ser humano de la zona
Respecto al lúpulo se dice lo siguiente: «Pueden notarse efectos sobre uno de los principales motores de la economía de zona: el lúpulo». Y añade: «… como no se han encontrado estudios de presas similares con climatología similar […]se debe realizar estudio sobre la evolución de los parámetros locales de humedad antes de hacerse los pantanos y después de hacerse los pantanos para evaluar las diferencias». Parece que con este escaso bagaje de conocimientos y de búsqueda de información ya han cumplido.
Respecto al ser humano de la zona, a su opinión, a sus sentimientos, a sus objeciones, etc. no hay ni una sola línea. Se analiza el subsuelo, la geología, las capas freáticas, la naturaleza, la flora y fauna, etc., pero no se dice nada de los habitantes de Carrizo.
REACCIÓN POPULAR:
La primera reacción ha sido de incredulidad. Cuando se conoció que el asunto iba realmente en serio ya hubo muestras de indignación. Se organizaron grupos y plataformas contrarias a los dos pantanos y se han remitido multitud de alegaciones en tiempo y forma a los organismos correspondientes. Se hicieron varias charlas informativas en el municipio y en León. Incluso se realizó una gran manifestación histórica en Carrizo a la que se sumó el Alto Órbigo con los alcaldes de los ayuntamientos al frente de la misma. El «arte popular» invadió diferentes espacios en todas las localidades afectadas: ventanas, balcones, paredes, carteles de tráfico, etc. mostraron carteles de repulsa, siendo realmente espectacular y original la cartelería colocada en el puente de hierro de Villanueva.
SITUACIÓN ACTUAL:
En diciembre de 2015 saltó la noticia en los medios de comunicación de que el Gobierno de la nación «en funciones» había aprobado el Plan Hidrológico Nacional que contenía la construcción de los pantanos de La Rial y de Los Morales.
Por supuesto, no tuvieron tiempo de leer las alegaciones presentadas y tampoco de dar la obligada contestación a todas ellas, incumpliendo la ley.
Ahora, con incertidumbre en el panorama político nacional, se está en un momento de «impasse» a la espera de que surja un nuevo gobierno, el que sea, que responda a la inquietud existente en el Alto Órbigo.
ANTECEDENTES:
«SON NUESTROS»,…
Los parajes de La Rial y de Los Morales SON NUESTROS.
Nadie de tierras lejanas y extrañas a nuestro municipio debe decidir por nosotros. Los vecinos de Carrizo y de Villanueva tenemos el sentimiento entrañable de propiedad y de uso sobre nuestros dos únicos valles. Lo heredamos de nuestros padres y de nuestros antepasados.
Allí pasamos muchos momentos de nuestras vidas realizando labores agrícolas, forestales, de pesca, de diversión y de ocio o simplemente de convivencia local.
El pequeño arroyo que discurre por la parte baja de cada valle genera extraordinarios espacios llenos de vegetación singular, dejando hermosas praderas laterales y zonas de cultivo.
El valle de La Rial es largo y amplio. El parcelario está muy fragmentado, excepto en el paraje del Montelacasa que tiene mas de 20 Ha. Combina zonas de frondoso bosque de roble con otras de cultivo, ahora convertidas en praderas. El arroyo a lo largo de su recorrido, sobre todo en el tramo intermedio, tiene líneas de arbolado de roble de alto valor ecológico y medioambiental.
El cultivo del robledal nos permitía y nos permite talar el número de árboles adecuado para mitigar los rigores invernales, sin que ello suponga merma de la masa forestal, que se regenera de modo continuo.
El valle de Los Morales es más doméstico. Tiene buena vegetación en su parte alta. En sus explanadas de pradera verde se realizaban labores agrícolas en los veranos calurosos. Todo Villanueva se trasladaba allí durante unos cuantos días para recoger la paja y el grano que cubrían las necesidades del año. Eran jornadas de trabajo duro, pero también de hermosa convivencia entre vecinos desde por la mañana hasta el atardecer. Los más jóvenes se divertían y lo pasaban en grande.
En algunos tramos del arroyo se generaban balsas y pozos que permitían pescar «carpinchos y mermellos» que se llevaban a casa para la cena.
Muchas veces, al salir de la escuela, ese era el lugar de encuentro de los chavales para pasar toda la tarde.
CALIFICACIÓN URBANÍSTICA:
Este concepto es importante y no debe pasar desapercibido. En el estudio detallado del territorio municipal para la redacción de las normas urbanísticas se concluye que estos dos parajes deben ser respetados por sus especiales valores naturales y medioambientales. Están calificados como «Suelo Rústico. Protección Natural 2» y el uso al que están destinados es el propio de su naturaleza, nunca pantanos. Se prohíbe y se restringe cualquier actuación que altere o modifique su esencia actual.
Parece que aquellos organismos no se han enterado o que no les importa.
OPINIÓN:
«SON NUESTROS…»
Los parajes de La Rial y de Los Morales SON NUESTROS. Es preciso repetir este concepto y asumirlo por completo.
A las personas del Ministerio de Agricultura y de CHD hay que exigirles respeto por el territorio y sus gentes. No se puede, bajo ningún concepto, borrar definitivamente de nuestro recuerdo aquellas vivencias ni las actuales relacionadas con esos parajes.
Desean invadir nuestros dos únicos valles con dos obras faraónicas para almacenar agua para sus exclusivos intereses. Quieren agua, nuestra agua… Los canales que atraviesan nuestro municipio ya supusieron una expropiación y la desaparición de los cultivos de viñedo existentes en las laderas, motivo también de convivencia local en aquellas largas jornadas de la vendimia en septiembre.
Pues bien, dejando pasar el agua hacia otros territorios por esos canales, la solución alternativa a los pantanos es muy sencilla y está recogida en los Estudios Alternativos realizados por la CHD: BALSAS DONDE SE NECESITEN. El agua llega por gravedad, se llenan en periodos de lluvia abundante y se almacena para los secos veranos. En esta primavera lluviosa se lleva meses desperdiciando agua que vuelve al río porque no se han construido esas balsas. El motivo por el cual no se han construido es «porque los territorios donde deberían ubicarse tienen parcelas de cultivo». Por lo tanto, «deben hacerse en Carrizo que no hay parcelas de cultivo». Este criterio es de tan escaso rigor que causa sonrojo. Denota un egoísmo sin límites: el agua que yo necesito la almaceno en la casa del vecino.
Finalmente se le ha recordado a CHD la necesidad de personarse en nuestros pueblos para conocer in situ el territorio y para convencerse de emplear el dinero público para este municipio y comarca no en pantanos, sino en asuntos que requieren intervención inmediata:
1. Terminar la obra de la depuración integral del río Órbigo y la depuradora de Carrizo.
2. Acometer el arreglo del muy deficiente estado del canal de Carrizo
3. Efectuar la limpieza y mejora de la franja fluvial entre Carrizo y Villanueva (ya solicitada otras veces).
Para terminar y llegados a este punto se me ocurre lanzar el grito siguiente:
«¡Despierta, León!»
La parte norte de la provincia se ve constantemente picoteada y ultrajada desde tierras extrañas. Ellos deciden; ellos imponen. Nos consultan solo para que aceptemos sus propuestas. En ello les va el gran incremento de su economía: cada año con el presupuesto de León redactan todos los proyectos, licitan interesadamente las obras y luego retrotraen sus propios beneficios. Para León y sus comarcas quedan las migajas, el territorio afectado para siempre y nuestra agua para otros.
Carrizo debe despertar. Empezó a hacerlo el 6 de diciembre del año pasado concertando una gran manifestación intermunicipal. Y volverá a hacerlo; quizás el próximo verano, con movilizaciones multitudinarias de gentes de nuestra querida y entrañable comarca del Alto Órbigo. Llegarán los ecos a Valladolid y Madrid.
Nuestro territorio ES NUESTRO.
Los parajes de La Rial y de los Morales SON NUESTROS.